El conocido artista villanovense Fernando Segador ha decidido dar el salto del teatro y las artes escénicas, a la poesía. Un paso que se ha traducido en la presentación de su nuevo poemario 'El jardín del carnicero'. Primero en Villanueva y el viernes en Casar de Cáceres. Una obra que no es un libro al uso si no que, como reconoce, «es el resultado de salvar los obstáculos de estos tiempos difíciles que todos estamos viviendo, y transformar en logros la tempestad». De hecho, de este poemario sólo ha sacado un número reducido por escasez de medios.

El formato del libro es original, y sorprende por su envase. Como apunta «al verlo por primera vez, se podría pensar que puede venderse en cualquier carnicería”.

Incluso, no duda en describir físicamente esos poemas. «Son poemas sanguíneos, sangre redentora que se libera a través de las rodillas de la infancia. Son poemas líquidos, de plasma, lírica a ciencia cierta y resultan casi de ciencia ficción». De hecho, en la presentación de Casar de Cáceres puso un vídeo de cuando le extraían su propia sangre, ya que es donante.

Este proceso y cambio a otra disciplina artística, le ha llevado incluso a cambiar su apellido. «Estoy en un proceso de siembra, he cambiado la profesión de mi apellido segador, por la de sembrador. Es el resultado de aproximadamente cuatro años, de recoger las señales y las semillas, de entender el arte como sanación. Sorprenderá a la gente que me conoce, con mi profesión de actor, el cambio de estar por debajo de las tablas, en la soledad de la escritura. Todo eso ha hecho que me reinvente».