El almendro, la higuera o el olivar son algunas de las alternativas al cultivo de la fruta de hueso que se plantearon ayer en el I Foro del Medio Rural que se celebró en el Palacio de Congresos de Villanueva de la Serena, para sobreponerse a la crisis de especies frutales en Extremadura.

 Una problemática que el fruticultor Herminio Íñiguez achacó al hecho de una sobreproducción, al haber pasado de la plantación de 3.500 hectáreas de frutales de hueso en 2008 a las 17.000 hectáreas en 2018. Un incremento de superficie descontrolado, junto con el aumento a nivel nacional, especialmente en Cataluña, hace que la oferta sea enorme y el comercio aprovecha para tirar los precios y comprar a la baja.

Íñiguez ha confirmado que se están arrancando en la región 1.700 hectáreas de frutales y que por tanto se van a perder 160.000 jornales. Sin embargo, pide prudencia a la hora de decidir los cultivos alternativos, para que no vuelva a ocurrir lo que ha pasado con la fruta de hueso.

Por su parte, en el foro han participado los investigadores del Cycitex Margarita López y Manuel Puebla quienes están realizando investigaciones en laboratorio y plantaciones experimentales de almendro, que lleva varios años de subida de precio, y la higuera como posibles alternativas a los frutales. López asegura que la higuera cuenta con mercados internacionales potenciales que podrían asegurar su rentabilidad.

Por su parte, el gerente de Afruex, Miguel Ángel Gómez-Cardoso considera que se debe seguir potenciando frutales como el de la cereza y especialmente el de la ciruela, única en la región y que debe llevar un sello propio. Igualmente, contempla como solución la unión del sector tanto en todos los sentidos, y especialmente al apostar por calidades e ir juntos en la comercialización.