Los distintos colectivos de trabajadores del centro residencial Felipe Trigo, en Villanueva de la Serena, continúan con sus movilizaciones para pedir que el SEPAD atienda las necesidades que vienen reclamando en este centro público de un tiempo a esta parte, por lo que han criticado que la Junta de Extremadura no les escucha ni atiende a sus peticiones de mantener nuevas reuniones.
A través de la portavoz, Francis Romero, los trabajadores piden «soluciones reales» y ha alegado que «no hay ningún interés político detrás, sino únicamente el interés de cuidar a nuestros mayores».
Los trabajadores de este centro villanovense comenzaron las movilizaciones el pasado 6 de marzo para reclamar una serie de mejoras en las infraestructuras, así como el refuerzo de personal, sobre todo en los fines de semana, entre otras peticiones. De esta forma, lamentan que desde el Ejecutivo regional no se les haya dado respuesta después de que se suspendiera la reunión que tenían agendada para el pasado 8 de abril con la directora gerente del SEPAD, Estrella Martínez. «Desde entonces no hemos tenido respuesta», han lamentado.
También han intentado contactar con la presidenta de la Junta, María Guardiola, «pero a 17 de abril nadie nos ha contestado».
Por este motivo, lamentan que «nadie nos ha escuchado desde que empezaron las manifestaciones, pero nuestras reivindicaciones no son por nosotros, los trabajadores, sino para mejorar la calidad asistencial de los residentes».
Romero ha reiterado que las deficiencias se vienen arrastrando desde hace años, por lo que ha criticado el «silencio» de las administraciones. «Desde la dirección del centro tampoco nos trasladan nada, no sabemos cuál es el motivo que ante una causa tan justa y en la que luchamos por una mejor calidad asistencial nadie se quiera reunir con nosotros», ha lamentado.
En este sentido, ha apuntado que las incidencias de distinto tipo se siguen produciendo. Un ejemplo son las goteras, agudizadas durante las lluvias de la pasada Semana Santa. También hay problemas de materiales en mal estado o falta de aire acondicionado en pasillos y habitaciones.
«Queremos una respuesta, una reunión, porque estamos cansados y no vamos a parar. Seguiremos alzando la voz y esperemos que se nos escuche en algún momento», ha finalizado esta trabajadora del centro.