Los productores de arroz en Extremadura se preparan para el inicio de una nueva campaña, aunque lo hacen con preocupación. A diferencia de años anteriores, el problema esta vez no es la falta de agua, sino la baja rentabilidad derivada de los precios a la baja y la creciente competencia del arroz importado.
Jesús Manuel Calderón, portavoz de la Plataforma del Sector del Arroz en Extremadura, advierte de que la situación es crítica:
“Estamos ante una campaña llena de incertidumbre. Los arroceros seguimos peleando contra unos precios que no cubren los costes y una competencia desleal desde fuera de la Unión Europea”.
A ello se suma la entrada de arroz de terceros países con menos controles sanitarios y de calidad, lo que agrava aún más la situación para los agricultores extremeños. Juan Manuel Cáceres, también representante del sector, recuerda que este sigue siendo uno de los grandes desafíos.
Pese a todo, los trabajos de preparación del terreno ya están en marcha. Los agricultores han comenzado la siembra directa, una técnica que permite aprovechar mejor el agua disponible y controlar de forma más eficaz las malas hierbas.
Las lluvias registradas en los últimos meses han sido abundantes, lo que garantiza el suministro de agua para varias campañas de riego. Sin embargo, el sector sigue reclamando medidas claras, como un etiquetado obligatorio que informe al consumidor del origen del arroz.