La Comisión Ejecutiva del PSOE de Extremadura ha propuesto a su secretario general, Miguel Ángel Gallardo, como candidato a la Presidencia de la Junta en las elecciones anticipadas del próximo 21 de diciembre.
Esta proposición deberá ser ratificada este miércoles por el Comité Regional del partido y supone además que no habrá elecciones primarias en el partido dada la precipitación para acometer este proceso, según ha informado este martes el dirigente socialista.
En rueda de prensa, ha precisado que la Ejecutiva regional ha acordado hoy, por unanimidad, pedir la excepcionalidad para estas elecciones internas que, tal y como le trasladó ayer la secretaria de Organización del PSOE nacional, Rebeca Torró, ya se ha aplicado en situaciones similares.
Gallardo, investigado en la causa abierta por la contratación de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Diputación de Badajoz, ha afirmado que concurrirá a las elecciones para gobernar «una legislatura de cuatro años».
Lo hará con «ilusión» convencido de que el adelanto electoral es un «fracaso político del Gobierno de Guardiola», además de una decisión que no emana de Extremadura sino que responde a directrices del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Por ello, ha indicado que el 21 de diciembre los extremeños acudirán a las urnas para escoger entre «un proyecto tutelado desde Madrid o un proyecto que crea su tierra», entre quien utilizó las convocatoria electoral como «trampolín político personal» -en alusión a Guardiola- y quien defiende los intereses de la región.
Ha acusado además a la presidenta de la Junta de haber utilizado los presupuestos de 2026 -Guardiola ha alegado la imposibilidad de sacarlos adelante como motivo del adelanto electoral- como «coartada para justificar una decisión tomada».
A su juicio, ello denota una «falta de liderazgo», dado que esta situación se la encontraron también los ex presidentes socialistas Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara, y también el popular José Antonio Monago, y los tres buscaron el acuerdo porque «sabían que la buena solución era el consenso, no las elecciones».
«A ninguno se le ocurrió poner encima de la mesa un chantaje», ha aseverado Gallardo, lo que demuestra que la presidenta de la Junta ha preferido «huir antes que gobernar» y convertir a la región «en víctima de su propio cálculo político».
Frente a ello, ha aseverado que el PSOE afronta las elecciones «con responsabilidad, confianza y firme esperanza de que los extremeños vuelvan a ser dueños de su destino».
Ha aclarado además que la convocatoria no ha pillado a los socialistas «con el pie cambiado», como a su juicio habrán pensado los populares, por formar parte de un partido «que no se rinde, no se esconde, ni se resigna».
«No tememos a las urnas», «salimos a ganar porque somos y seguiremos siendo la voz de Extremadura que trabaja y lucha, que sueña y que además avanza», ha manifestado el secretario general del PSOE extremeño.
Todo ello, ha añadido, convencido de que en sus dos años y medio de gobierno Guardiola «no ha construido nada» y ha tenido como «único logro», ha ironizado, la derogación de la Ley de Memoria Histórica, la huelga de docentes por la homologación salarial, haber dejado a siete mil escolares sin transporte al inicio de este curso o un sistema sanitario público «infinitamente más debilitado».
Según sus palabras, «dos años después Extremadura carece de rumbo y está más desilusionada que nunca».

