La zona regable del Canal de Orellana ha acogido este miércoles una jornada de trabajo dentro de la ejecución de las obras enmarcadas dentro del proyecto de modernización, implantación de nuevas tecnologías y mejora de la eficiencia hídrica en la zona regable del Canal de Orellana, en la que se han dado a conocer los avances de estas actuaciones encaminadas a la mejora de la red de riego. 

 

En la jornada de trabajo han participado la Secretaria de Estado de Agricultlura y Alimentación, Begoña García; el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, el presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), Francisco Mulero; y el presidente de la Comunidad General de Usuarios (CGU) del Canal de Orellana, Luis Gutiérrez. 

 

Todos ellos han visitado las obras que se están ejecutando en un punto de la red de riego comprendido entre las localidades de Vivares y Casar de Miajadas, punto limítrofe entre las provincias de Badajoz y Cáceres. 

 

En estas obras destacan varias actuaciones, entre ellas la sustitución de más de 40 kilómetros de acequias por tuberías soterradas, actuación que ya se encuentra en marcha y a la que se va a destinar el 60% del presupuesto destinado a estas actuaciones. La instalación de estas tuberías permitirán un significativo aumento de la eficiencia, evitar fugas por pérdidas y por evaporación, así como la posibilidad de que en un futuro puedan servir para el riego presurizado, en relación a la modernización a la que en los próximos años deberá someterse el Canal de Orellana. Las obras afectarán a una superficie cercana a las 5.800 hectáreas de la zona regable.

 

Durante su intervención, Gutiérrez ha expresado que esta actuación «debe continuar con la ejecución de una primera fase del Plan Director para la Modernización del Canal de Orellana», un proyecto que ya se está redactando y que «supondrá un importante esfuerzo que no puede recaer únicamente en los agricultores». 

 

Según Gutiérrez, la modernización de las infraestructuras de riego de la zona regable de Orellana «no es una opción, sino una necesidad inaplazable», ya que datan de los años 60 y su vida útil «ya ha finalizado». Así, ha apostillado que «los desafíos del futuro requieren sistemas más eficientes, sostenibles y adaptados a las exigencias de un entorno cambiante, haciendo imprescindible su pronta modernización». 

 

En este sentido, considera fundamental una «alianza sólida» entre agricultores, empresas, agentes sociales y de todas las administraciones, de las que ha dicho que es necesario su apoyo «firme y decidido» en la inversión y diseño de políticas que permitan una mejor adaptación a este escenario de cambio. 

 

La secretaria de Estado ha subrayado la importancia que tiene el trabajo conjunto entre el Gobierno y los regantes para conseguir un sector agro «modernizado y sostenible» y en el que la eficiencia repercuta a los propios usuarios, pero también al resto de la sociedad. En ese sentido, Begoña García ha insistido en que el sector del regadío es «clave en la región» y es «una pieza que vertebra nuestros pueblos, da empleo y genera riqueza». 

 

En su intervención. El delegado ha abogado por la necesidad de un regadío sostenible y eficiente para dar respuesta al doble reto de incrementar la producción de alimentos para una población creciente y de afrontar el cambio climático.