Los veterinarios de toda España han llevado a cabo este martes un paro simbólico en protesta por el nuevo sistema de control del uso de antibióticos en pequeños animales. Durante una hora, numerosas clínicas han echado el cierre en una iniciativa respaldada por diversas asociaciones y profesionales a título particular. La medida responde al malestar generado por la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023 el pasado 2 de enero, que obliga a los veterinarios a registrar a través de una plataforma todas las recetas de antibióticos.
Desde asociaciones como Veterinarios Unidos denuncian que este sistema les supone una carga burocrática excesiva, provocando retrasos en tratamientos urgentes y limitando su criterio clínico. Además, advierten de que los costes derivados de esta normativa pueden llegar a ser inasumibles para los propietarios de las mascotas. «En lugar de centrarnos en salvar vidas, pasamos horas gestionando documentación», lamentan los profesionales.
Sobre este asunto, el veterinario Tomás Sánchez, de la clínica Aquazoo de Villanueva de la Serena, explica que “el paro consiste en cerrar de 11 a 12 la mayoría de clínias de España por este decreto, donde se anula nuestro juicio clínico a la hora de prescribir antibióticos a los animales. Eso implica que se nos estipula qué tipo de antibióticos tenemos que mandar, lo que aumenta mucho el coste de los propietarios de los animales y pone en peligro la salud de los propios animales. Pedimos que se regule de una manera más adecuada o que directamente se anule».